Nunca dejo de sorprenderme de lo poco que sabemos sobre los conceptos básicos de qué especies viven en qué lugar, incluso para los vertebrados que son, de lejos, el grupo más estudiado y sólo la punta del iceberg de la biodiversidad. Los estudios de biodiversidad son extremadamente difíciles, especialmente en áreas remotas, bosques y bajo el agua, y los recursos necesarios para evaluaciones integrales a escalas de los paisajes suelen ser prohibitivos. Por lo tanto, nos hemos acostumbrado a trabajar con datos incompletos, desactualizados e inconsistentes cuando intentamos lograr la conservación de la naturaleza.
Esta falta de datos fundamentales obstaculiza seriamente nuestra capacidad para evaluar el impacto de los programas de conservación o para establecer objetivos significativos o estándares de desempeño para empresas y gobiernos, que son vitales si queremos invertir la curva de la pérdida de biodiversidad.
El ADN ambiental, es decir la captura y el análisis de los rastros de ADN que las especies dejan en el agua, cambia las reglas del juego en materia de evaluación de la biodiversidad. En una sola muestra de agua, se puede capturar la huella de todo un bioma, desde los microbios hasta la megafauna, incluidas las especies que viven en el agua y las especies terrestres cercanas. Además, el muestreo es tan simple que cualquiera puede hacerlo, desde escolares hasta guardaparques, comunidades locales, turistas, científicos y contratistas industriales.
Recoger una muestra de ADNa es tan simple como extraer agua con una jeringa grande y presionarla a través de un pequeño disco que contiene una membrana filtrante. El ADN queda atrapado en el filtro, que luego se envía a un laboratorio para su análisis. Un sólo filtro puede revelar la presencia de decenas o cientos de especies, y el muestreo en un paisaje puede mostrar patrones de distribución de especies y sus asociaciones con hábitats particulares u otras especies, al tiempo que resalta las características naturales o artificiales que plantean barreras a sus movimientos.
Esto permite que los datos de biodiversidad se generen de manera rutinaria y asequible, a escalas que hubieran necesitado décadas con métodos de inventario convencionales. Incluso las especies que no se pueden identificar debido a bases de datos de referencia incompletas se pueden asignar igualmente a un grupo taxonómico (p. ej. un género o una familia), cartografiar en todo el paisaje e incluirse en las métricas generales de diversidad. A medida que crecen las bases de datos de referencia, se pueden añadir nombres de forma retrospectiva a los conjuntos de datos de ADNa existentes.
NatureMetrics se fundó en 2016 con el objetivo de poner estas herramientas en manos de quienes trabajan en primera línea de la gestión ambiental y la conservación de la naturaleza, para que puedan cumplir su promesa a tiempo de ayudar a resolver la crisis de extinción. En la actualidad, trabajamos con organizaciones de todo el mundo, desde ONG conservacionistas hasta clientes de la industria que realizan evaluaciones de impacto ambiental y grupos de múltiples partes interesadas que monitorean progresos de restauración de los hábitats. El trabajo que ya hemos realizado ha dado como resultado la detección de muchas especies en peligro de extinción, nuevos registros nacionales y la confirmación de especies que se sospechaba estaban presentes en un paisaje pero que no se habían observado recientemente.
La idea del programa eBioAtlas surgió de una reunión con Will Darwall (Responsable del Programa de Especies de Agua Dulce de la UICN) en la que consideramos cómo la tecnología de ADNa podría tener un mayor impacto para la conservación de especies a nivel mundial. La respuesta a la que llegamos fue lanzar una campaña global coordinada para recolectar muestras de ADNa para llenar los vacíos de conocimiento sobre la biodiversidad en todo el mundo.
El eBioAtlas tiene como objetivo recopilar y analizar 30.000 muestras de ADNa en tres años. El muestreo será realizado por asociados implementadores, principalmente organizaciones de conservación, en base a sus programas activos y a los vínculos existentes con las partes interesadas locales en cada región. Las muestras se exportarán de conformidad con las normativas nacionales e internacionales, y NatureMetrics las analizará siguiendo un protocolo estandarizado. NatureMetrics se ha comprometido a analizar las muestras sin ninguno fin de lucro, los fondos del programa siendo mantenidos y administrados por la UICN.
Los datos estarán disponibles gratuitamente para la investigación y la conservación, y los registros de especies se añadirán al GBIF (el Servicio Mundial de Información sobre Biodiversidad). La UICN utilizará los datos para guiar las evaluaciones de especies de la Lista Roja de la UICN de Especies Amenazadas™, para ayudar a identificar los sitios que se ajusten a los criterios de designación de las Áreas Clave para la Biodiversidad u otros tipos de protección, y para orientar los recursos de conservación hacia los lugares donde tendrán el mayor impacto.
Desde el lanzamiento del eBioAtlas en junio de 2021, más de 30 empresas multinacionales, ONG e instituciones de investigación de todo el mundo se han ofrecido para formar parte del programa. Nuestra prioridad ahora es encontrar un patrocinador principal que nos permita entregar el programa a la escala prevista y aprovechar al máximo esta oportunidad sin precedentes para mejorar los resultados de conservación, desbloquear inversiones privadas para proteger el mundo natural y guiar las políticas mundiales para revertir el rápido declive de la biodiversidad.
Para más información sobre el eBioAtlas y cómo puede participar, visite www.ebioatlas.org y siga nuestros progresos con @eBioAtlas en Facebook, LinkedIn, Instagram y Twitter.
Sobre el autor
Kat Bruce es la fundadora de NatureMetrics y una de las líderes mundiales en la aplicación del biomonitoreo basado en el ADN para respaldar los resultados de conservación. Con un doctorado en ecología tropical y meta-codificación de barras del ADN, Kat es una experta técnica en estos campos y participa en una variedad de plataformas de múltiples partes interesadas para el monitoreo basado en el ADN, incluido el Grupo Directivo del Grupo de Trabajo sobre ADN del Reino Unido y el Comité Directivo del Foro sobre Negocios y Biodiversidad del Reino Unido. También lidera el proyecto COST Action DNAqua-Net de la Unión Europea, donde trabaja para establecer mejores prácticas para el uso de herramientas de monitoreo acuático basado en el ADN. Tiene un interés particular en conectar investigación, industria y políticas para impulsar avances en nuestra capacidad de monitorear el mundo natural.